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La Quema del judas es una antigua tradición celebrada en muchas localidades de Castilla. Abordaremos la Quema del judas de Tielmes y sus particularidades.

El rito tiene lugar durante la Semana Santa y más concretamente durante el domingo de Resurrección. Los protagonistas de la fiesta son los llamados "juderos", es decir, los jóvenes que cumplen los 18 en ese año (1); desde 15 días antes de la fecha mencionada, se reúnen en una cueva o casa que actuará como su lugar de reunión durante toda la fiesta; allí realizan comidas en común, duermen y deciden sus actuaciones. Estas son coordinadas por el que cumple los años antes, el "judero mayor", quien, además, se encarga de las cuestiones de la tesorería. 

El Domingo de Ramos, los juderos cortan un árbol, un álamo negro, limpiándolo de ramas y bajándole al pueblo. Este álamo suele ser cortado previo permiso del dueño de la finca, y debe ser un ejemplar alto y recto. Concretamente el árbol utilizado en 1992 medía aproximadamente 12 m. de alto y 50 cm. de ancho. 

El árbol es tumbado en la plaza del Ayuntamiento y junto a él se colocan seis palos que serán los que formen los "brazos" del "judas" y las "cabrillas". El primer árbol llevado al pueblo no es el verdadero sino uno casi podrido; es costumbre que alguien quiera robar el auténtico y por eso se realiza este truco. El año que presenciamos la fiesta se llevó un falso tronco y aunque era evidente que no podía ser el auténtico, alguien se encargó de robarlo; tras desaparecer el tronco falso, se llevó el verdadero. 

Durante esta semana los juderos recaudan el dinero para la fiesta ofreciendo limonada a los automovilistas que pasan por la carretera cercana. 

La noche del viernes santo al sábado abren el agujero, en el centro de la Plaza del Ayuntamiento, donde se colocará el "judas"; para ello es necesario a veces quitar el tronco del año anterior. Durante la realización del hoyo los juderos celebran toda la noche entre gritos y tracas que son más o menos soportados por los demás vecinos. 

Por fin la noche del sábado al Domingo de Resurrección es cuando se realiza el rito. Esa noche los juderos se reúnen en su cueva donde cenan juntos. La semana anterior han ido apilando ramas y sarmiento, que servirán para la quema, en la esquina de la plaza del Ayuntamiento. Mientras, otro grupo realizaba la "cabeza" del "judas", que suele representar a algún personaje famoso y que ese año lo era en forma de presidente de un club de fútbol madrileño. 

Durante esa noche, asistimos a la creación de un nuevo ritual. El nuevo sacerdote de la localidad decidió incluir, en la celebración de la misa de la noche del sábado santo, la bendición del fuego. En torno a una pequeña hoguera, que no se logró encender, frente a la puerta de la iglesia, una joven leyó unas preces mientras los dos sacerdotes bendecían el fuego con incienso. 

Acabada la misa se dispararon salvas de escopeta y se tiraron petardos para anunciar que Jesús había resucitado. 

En torno a las 2,30 h. de la madrugada, los "juderos" proceden a la confección del "judas"; normalmente son ayudados por algunos jóvenes que realizaron el rito en años anteriores, generalmente hermanos, primos o amigos. También intervienen dos personas adultas, conocedoras de la técnica de confección del "judas", y que ayudan a los nuevos "juderos". Estos les corresponden invitándolos a la cena anterior al rito. 

En primer lugar se extienden sobre el suelo de la plaza, una serie de cuerdas entrelazadas, formando cuadrados anudados, en una longitud igual a la del árbol y con algunos cabos sueltos; una vez realizado esto se procede a cubrir el entramado de cuerdas con dos capas de ramas y sarmiento. Mientras, la gente del pueblo se va acercando a la plaza cada vez en mayor número. 

Cubierto el entramado se mueve el árbol haciéndolo rodar hacia aquel y levantándolo hasta colocarlo sobre el montón de ramas. Ese año la longitud y peso del árbol dificultó su levantamiento y ni siquiera con la ayuda de un todo-terreno pudo lograrse; la espera y la impaciencia provocó un pequeño altercado entre los jóvenes y los adultos asistentes, padres y miembros del Ayuntamiento, que aconsejaban cortar una parte ante la peligrosidad que podía suponer su peso y altura. Los "juderos" se oponían recordando precedentes anteriores; finalmente se procedió a recortar el álamo en un metro. 

Una vez levantado el tronco y colocado sobre el montón se procede a cubrirlo con el resto de las ramas hasta formar una espesa capa; después se entrelazan los cabos sueltos en torno al árbol y se extienden una serie de cuerdas en sentido vertical con objeto de sujetar el relleno de ramas al tronco. Sobre las cuatro de la mañana se había terminado de confeccionar el "judas" tras lo cual se hizo una pausa. 

El tronco quedaba así cubierto de ramas excepto la parte superior donde se colocaría la cabeza. 

Una vez hechas las "cabrillas", palos entrelazados en forma de aspa que servirán para izar el "judas", se procedió a colocar el tronco transversal que forman los "brazos"; este tronco se sujeta mediante clavos aunque ese año hubo que esperar ante la desaparición de los clavos dispuestos para tal uso. Tras forrar este tronco de la forma descrita anteriormente, se colocan palos en los extremos a modo de dedos. Terminado esto, sobre las 6,45 el árbol ya estaba dispuesto para su quema. 

En torno a las 8,30 de la mañana se inician los preparativos para levantar el "judas" (2). Se colocan dos grandes cables de hierro en el árbol para tirar de él; mientras, los "juderos", junto con otros jóvenes, fingen tirar de ellos ante la mirada atenta de todo el pueblo reunido en la plaza. Hacia las 9 de la mañana, jóvenes, "juderos" y algunos adultos (3), comienzan a tirar del árbol arrastrándolo hacia el hoyo. El proceso de izado es lento y laborioso y requiere un gran esfuerzo por parte de los participantes, reclamándose a veces la ayuda de los asistentes. 

Al tiempo que se eleva el "judas", se colocan debajo las cabrillas manteniendo así un nivel de inclinación creciente. El árbol se levanta poco a poco ante la presencia del pueblo que les anima y se aparta ante la menor sospecha de que el "judas" pueda caerse, como sucedió ese año (4). 

Finalmente, una vez levantado se cubre la base con tierra y piedras y se trae la cabeza. Dos "juderos" ascienden por el tronco, apoyándose en el entramado de cuerdas, y sentados sobre los "brazos" la colocan en la parte superior del tronco. A las 10 la procesión de la Virgen, llevada por mujeres, entra por un extremo de la plaza al tiempo que la del Cristo, llevado por algunos "juderos" y guiada por el sacerdote, entra por el lado opuesto. 

El Cristo avanza hacia la Virgen, situada en la dirección en que ha quedado mirando la cabeza del "judas". Una vez juntas ambas procesiones, se colocan las figuras en el suelo y se procede a la quema del "judas" apilando ramujo en la base y prendiéndolo. La gente permanece hasta la total combustión del motivo y después el fuego es apagado, permaneciendo en el sitio el tronco desnudo. Antiguamente la Virgen iba vestida de negro y llevaba un velo sobre el rostro, una vez quitado éste se procedía a la quema; esto se ha perdido por la intervención de un sacerdote anterior. 

Bibliografía[]

Texto extraído de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-quema-del-judas-en-tielmes-madrid/html/

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